• Por: Gabriel Higueras

Día 8 de diciembre

Salimos desde Madrid en el Discovery de mi mujer, Elena, mi amigo Juan Carlos y Yo. Llegamos a Potes y como teníamos tiempo, nos dirigimos a Fuente De, donde están a punto de cerrar el teleférico, pero nos da tiempo de subir, son 800 metros de ascenso en pocos minutos, el día esta despejado aunque esta empezando a anochecer, pero vale la pena. La vista es impresionante. Hay nieve ahí arriba. Unas fotos y descendemos. Hace mucho aire y la cabina se mueve mucho, risas y comentarios del personal sobre si se cae o no. Después vamos a Santo Toribio de Liebana, donde vemos un trozo de la cruz de Cristo, el más grande que se conserva en el mundo, metido en una cruz metálica con un cristal. Después nos dirigimos a Dobres, donde esta el hotel, conocemos a nuestros nuevos compañeros de ruta y a nuestro guía José Manuel. Cena y alojamiento. Hay gente de lo más variopinta, desde José y Alicia con un Suzuki Jimmy, hasta un Defender preparadísimo, de un chico que no me acuerdo de donde es que corre en competiciones, pasando por una familia de Murcia con sus dos hijos. En total 13 coches y unas 31 personas, más el guía.

Día 9 de diciembre

Tras el desayuno, entrega de dorsales, comprobación del funcionamiento de la emisora. Estamos todos con la incertidumbre de como va a ser la ruta, fácil, difícil o acaso peligrosa? Para el guía es fácil, "no hay peligro" dice. Los fuerte vientos de los días anteriores por la zona se han llevado por delante varios trozos del camino, por lo que hay que hacer unas variaciones en la parte inicial. Nos dirigimos a la Vega, Bores y hasta Barrrio, donde abandonamos el asfalto y empieza verdaderamente la ruta. Rampas muy empinadas, pero caminos relativamente anchos (cabe el coche por lo menos) y vegetación que nos arranca varias veces la antena magnética, hay algo de barro pero sin problemas. Poco a poco va desapareciendo la vegetación y aparece la nieve al tiempo que el camino se va haciendo más estrecho. Nos estamos adentrando en la provincia de Palencia, en los Puertos de Pineda.

Ahora hay ya bastante nieve, estamos a mucha altura y el camino es estrecho, empezamos a sufrir una ligera taquicardia, mi mujer empieza sus rezos. La caravana se ha parado. Hay un acumulo de nieve y no se puede pasar, tras varios intentos de Jóse Manuel. ¿Quien tiene una pala? Los vascos llevan de todo. Se hace un paso y empezamos a cruzarlo. El Defender ha optado por subirse un poco por la ladera, por un paso alternativo que hay. Delante de mi, José y Alicia  con el Jimmy se disponen a pasar por el sitio en donde se ha hecho el paso, hay una pequeña pendiente de bajada y de repente vemos como el Suzuki empieza a deslizarse a la derecha, es decir hacia el precipicio, perdiendo el control. Son en realidad uno o dos segundos, quizá mucho menos pero el coche al final obedece a José y sigue recto, sube la pendiente. Estamos acojonados, Elena y Juan Carlos se bajan, no podemos arriesgarnos todos, Elena tiene tanto miedo que ni siquiera rueda mi paso en vídeo. Paso sin problemas, menos mal. Esto es alucinante pero Elena quiere volverse o que termine pronto. Tras seguir  por la rampa ascendente sin problemas, al final coronamos y nos adentramos por el valle a unos 1.600 metros de altura.

Aquí ya no hay precipicios, tranquilidad en el ritmo cardiaco, hay mucha nieve, arroyuelos, barro, etc., oyendo a los Dire Straits, una pasada completa. Estoy disfrutando como un enano saltarín. El guía ha caído en una zanja. El de atrás se laca de un tiró. . Llenamos la zanja de piedras y pasamos todos sin problemas. Tras varios kilómetros la nieve va desapareciendo, y aparecen unos cuantos vadeos no uy grandes, de una rueda de altura, la gente empieza a disfrutar, algunos se permiten giros locos y derrapadas, no hay peligro. Llegamos a una rampa de barro opcional. Pasan a la primera el Defender, otros a la segunda y muchos tras varios intentos no lo consiguen. Nosotros ni lo intentamos, no tenemos tacos ni ganas.Preferimos el camino fácil detrás del guía, pero tras pasar este por un barrizal, nosotros nos quedamos ahí. La rueda trasera derecha ya no se ve, esta inmersa en chocolate, tenemos que evacuar por el lado izquierdo para ver la situación. Antonio y Raquel de Madrid con su Cherokee tiran de nosotros, pero tras varios intentos infructuosos, desisten.Veo que se me ha encendido el testigo del ABS, control de tracción, de desdenso de pendientes. Creo que no funcionan ninguno de estos sistemas, pues la rueda embarrada gira loca y las delanteras no se mueven. Los de Murcia con un Tata Safari, sacan un tractel manual pero lo que consiguen es acercar el Cherokee a mi coche. No hay árboles para sujetar nada. Vienen entonces otros que no me acuerdo de sus nombre con un Frontera corto de Santander, otra eslinga y entre los dos tiran y me sacan. ¡Solucionado! Tras varias quedadas de la gente en la nieve y el barro seguimos la ruta. El Defender también ha caído en una zanja importante a pinto de volcar, pero le sacan. Los del Cherokee no tienen gasoil, están en reserva desde hace mucho. Nadie tiene una goma, también pasan sus apuros. Coronamos otra cima vistas nevadas impresionantes. Los vascos sacan chorizo y pan para todos. Iniciamos el descenso sin problemas, nieve y barro, despacito. Llegamos a Caloca, por fin asfalto. A la novia del guía le dio una lipotimia en la subida, donde el paso difícil, estaba cagadita.Otra chica del grupo llorando como una loca, así se  quedó más a gusto. Llegamos a la gasolinera para júbilo de nuestros rescatadores. La comida en Ojedo en un restaurante, un cocido muy bueno.

Terminamos la comida sobre las cinco, ya es casi de noche, pero todavía queda ruta, Naroba-Tudes por carretera y desde ahí, camino hasta Loscos y Barago. Nos encontramos un cortafuegos de unos trescientos metros con rampa importante. Land Cruiser corto con ruedazas impresionantes sube al segundo intento, luego baja también. El Defender preparado no lo consigue en tres o cuatro intentos y desiste. Los vascos tampoco pueden. Llega entonces pulgarcito Jimmy y señoras y señores ¡¡al primer intento hasta arriba!! Cometarios del personal, para que c*ñ* nos gastamos cinco kilos si luego pasa este, ja,ja,ja,... Seguimos ascendiendo, lo bueno es que de noche ya no se ve lo  que hay debajo, pero se adivina... Empezamos a bajar rampas de mucha pendiente con barro, tengo miedo, el coche empieza a deslizar en algún momento y notas que algo te sube por dentro, todos callados en los coches y en la emisora. Solo José Manuel advierte que no baje nadie hasta que vayamos llegando abajo, por si acaso... Muy peligroso de verdad, más que en la nieve. Aparece un árbol en el camino, los vascos sacan un hacha y lo solucionan. Ahora un paso estrecho. El coche cabe justo, las ruedas izquierdas en el limite del camino, pero es todo barro, que acojone, lo bueno es que solo hay una caída de unos pocos metros, hay vegetación, pero no creo que se pueda sacar un coche de ahí si cae ni con un helicóptero. Sin más contratiempos llegamos a Dobres, a nuestro hotel. Cena, baile local y alojamiento.

Día 10 de diciembre

Desayuno, José Manuel nos da la típica carta en la que le eximimos de responsabilidad si nos la pegamos... pero ¿Porque hoy y no ayer? Empezamos a acojonarnos. Dice que ayer se le había olvidado. Primeras bajas, una pareja de otro coche que iban de acompañantes (la chica que se puso a llorar) deciden quedarse en Potes y no hacer la ruta de hoy ¿Será una decisión acertada? Empezamos el ascenso, hoy por la zona de Picos. Colio, Prendes, Penduso, Cabañes, muy bonito y sin peligrrrrro, en algún punto del camino nos cruzamos con paisanos con su TT o tractor, vaya para pasar!, pero sin problemas. Los que tengáis la Guía Toyota miras en las páginas 91 y 104, es el mismo paso. Por ahí va la ruta, empieza lo bueno, de cerca de Tresviso a Sotres. Se baja todo quisque de los coches menos los conductores. Hay que pasar lo más pegado a la pared, pues aunque hay sitio, se ve que el suelo esta mojado y con pendiente hacia el exterior, pero esto no es lo peor, después son unos trescientos o cuatrocientos metros de locura, en varios sitios los coches más anchos nos las vemos mal, caben justos, con las ruedas que van por el exterior sobre las piedras que han colocado para ensanchar un poco el paso, hay miedo y mucha prudencia, pero no tanto como en las bajadas de barro de ayer. Poco a poco pasamos todos, llegamos a la mina abandonada, fotos, risas... Después el camino es mejor. Vamos bajando y llegamos a Sotres, entramos en el Parque Natural de los Picos de Europa, muy bonito, ya sin ningún peligro, vimos la casa del Rey la Ermita de la Virgen de las Nieves, etc... estamos justo detrás de los picos del Mirador del Cable, donde sube el teleférico pero como vamos mal de tiempo hay que recortar la ruta. Esta zona va a ser espacio protegido y la van a cerrar al paso de vehículos muy pronto, nos dijo el guía. Pasamos por los puertos de Aliva, Espinama, Los Llanos ya por la carretera hasta Ojedo. Comida de despedida y de vuelta para casa.. 

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