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Relatos 4x4

Marruecos Gran Sur

 


El pasado mes de febrero y durante 10 intensos días, disfrutamos, un año más, de nuestro particular viaje por Marruecos. Este año el recorrido elegido discurría por el Sur del País, completando una ruta de 5000 km. El grupo lo componían 5 vehículos del club Natural Aventura a los que hay que añadir el de Juan Arnet guía, y amigo (Camaleón 4x4 http://www.clubcamaleon4x4.com) con el que acordamos como en anteriores ediciones el recorrido y tipo de viaje y otro nuevo amigo desplazado desde Madrid. En total 7 todo terrenos (Montero DID, Montero 2.5, Montero 2.8, 2 Galloper y 2 Patrol GR) con 14 personas dispuestos a descubrir y redescubrír rincones, paisajes, vivencias y nuevas experiencias. Breve crónica del viaje: Día 1.- Cartagena/Algeciras, Ceuta, Tetouan, CHAOUEN. Bajamos por la Autopista de la costa hasta Algeciras, donde embarcamos con destino a Ceuta, y tras recoger documentaciones y agruparnos, pasar la frontera (con una velocidad y facilidad increíblemente anormal) para encaminarnos hacia Chaouen. Las carreteras del Norte, mal señalizadas y en bastante mal estado, te dan una primera imagen del país, que afortunadamente se olvida conforme vas adentrándote en el mismo. Llegamos a Chef Chaouen ya de noche y nos alojamos en Casa Hassan, copando la totalidad de sus originales habitaciones. Tras la primera cena típicamente marroquí, fuimos desapareciendo poco a poco, para descansar y enfrentarnos con energía a un segundo día en el que le íbamos a dar un buen bajón a la latitud de nuestros GPS. Chaouen es muy frecuentada por españoles y la Junta de Andalucía esta realizando proyectos de restauración de molinos y otros monumentos antiguos dentro del programa de recuperación del patrimonio Andalusi, es un pueblo realmente encantador, con callejuelas empinadas y estrechas llenas de reflejos azules que provienen del característico encalado de sus fachadas, tiene fama de un estupendo té (dicen que es gracias a la excepcional calidad del agua de sus fuentes).

Día 2.- Salida de Chaouen, FES, Midelt, Er Rachidia, ERFOUD. Este día nos propusimos un pequeño gran maratón 612 km. para poder llegar hasta las inmediaciones del Erg Chebbi, y empezar de esta forma el "Autentico viaje". A medio día paramos a comer en los bosques de cedros cercanos a IFRANE, tan refrescantes como insólitos por lo grandes, y frondosos que resultan, sobre todo cuando vas pensando en viajar al desierto. Al caer la noche y tras haber superado el Col du Zad y el paso de túnel de Foum Zabel ("Tunel del legionario") llegábamos a Erfoud, y para descansar el cuerpo nos regalamos con una estupenda cena en el nuevo y magnífico Hotel Kenzi Belere. (31º24´981 N; 4º14´737 W)

Día 3.- ERFOUD ERG CHEBBI Salimos de ERFOUD para realizando un bucle de 110 Km. (siguiendo las pistas del Dakar, hasta llegar a las dunas del Erg Chebbi. Las Pistas se notan bastante machacadas por el reciente paso del Dakar pero circulamos a buen ritmo, y tras una parada refrescante en un pequeño oasis nos encaminamos al ansiado Erg Chebbi (Meca para muchos aficionados al todo terreno). Tras la comida en el albergue, procedimos a descargar los coches, bajar presión a los neumáticos y disfrutar del recorrido por las dunas. Tanto el Albergue Erg Chebbi (N31º10´968, W4º1´904) como el resto de los que flanquean las dunas estaban muy tranquilos nada que ver con las aglomeraciones que se encuentran en semana santa. Consejos de conducción en dunas: Las dunas se pueden convertir en uno de los mayores placeres en la conducción de nuestro 4x4, pero cuidado, también se nos pueden indigestar y pasarnos el día paleando sin apenas progresar entre ellas. A continuación os cuento algunos "trucos", que a nosotros nos han ido bastante bien, en todo tipo de coches: largos, cortos, potentes y menos potentes. El peso: reducirlo al mínimo imprescindible, lo ideal es planificar un recorrido en bucle, que os permita descargar a tope el vehículo y dejar la carga custodiada en un albergue o con algún compañero que prefiera no aventurarse en las dunas. Quedaos solo con lo imprescindible: planchas, gato, eslinga, algo de bebida y la cámara de fotos para luego contarlo. Los neumáticos: bajar la presión al mínimo, podéis dejarla en 0,5 Kg./cm2 en las 4 ruedas, pero mantener 4 o 5 kilos en la(s) de repuesto, de esta forma utilizando una manguera trasvasadora podréis conseguir volver como mínimo a 2 o 2,2 kg. al salir de la arena. Con las ruedas "vacías" aumentareis la sección de apoyo, y además la rueda, más blanda, escarbará menos en la arena, por el contrario debéis limitar la velocidad porque existen dos peligros: desllantar y pinchar en cuanto circules por pista con piedras. La marcha: arrancar en 2ª corta, y después, dependiendo de la resistencia al avance utilizar 3ª o incluso 4ª reductora, eso si los cambios de velocidad debéis hacerlos rápidos y en zona favorable (en las bajadas de la dunas), utilizar las dunas pequeñas como trampolín para ir afrontando las más altas. Realizar giros abiertos para no frenar el vehículo. Si seguís las rodadas de otro vehículo tendréis una buena referencia de paso viendo la profundidad de las mismas, pero es más fácil circular junto a las rodadas que dentro de ellas donde la arena esta más blanda y los flancos de los neumáticos se frenan más. Si os detenéis no utilizar el freno, basta con levantar el pie del acelerador y pisar embrague cuando el coche empieza a detenerse, por supuesto parad en una posición que os permita iniciar la marcha a favor: lo ideal al inicio de una bajada. Si a pesar de todo esto os engancháis, intentar salir en marcha atrás, y sobre todo, en cuanto el coche no progrese, parar, si seguís acelerando solo conseguiréis quedar clavados a tope. Si el enganche es pequeño a veces un empujón es suficiente, si no utilizar un cabrestante es lo más relajado, si no utilizar un Gato Hi Lift y a medida que el vehículo se eleva ir colocando arena bajo las ruedas, hasta elevarlo y colocar las planchas, o ayudar con otro vehículo tirando de eslinga. Respecto a las planchas: valen las planas con agujeros, valen las de tipo escalera y también valen unas tiras de goma (del tipo con el que se cubren suelos de ascensor o zonas industriales) que pesan poco, y además no te dañan el coche al transportarlas, incluso unas esterillas de playa viejas pueden ser de gran ayuda. Una vez desatascado, no pares hasta estar en un "lugar seguro". Un lugar seguro puede ser la cuesta abajo de la siguiente duna o a veces arena compacta y llana que queda entre varias dunas. Si caes en un "cono" entre dunas, da giros ganando velocidad hasta que la inercia te permita salir del "gua" . Cuidado con la cara oculta de las dunas, en ocasiones son pendientes casi verticales. Si circuláis varios vehículos juntos dejar suficiente espacio entre uno y otro para poder tomar inercia en las bajadas, pararte con suavidad, etc. La hora también es importante: lo ideal es adentrarse en la arena con las primeras luces de la mañana, el sol todavía bajo os permitirá descubrir el autentico relieve de las dunas al proyectar su sombra; por el contrario en las horas centrales del día el relieve tiende a "aplanarse" y es mas difícil descubrir las inclinaciones y alturas de las dunas. Por otra parte, por la mañana la arena esta más fría y compactada por la humedad de la noche con lo que es mas fácil circular. Por último un consejo global: circula todo lo despacio que puedas, y todo lo rápido que sea necesario.

Entre duna y duna nos llegó la noche que pasamos compartiendo cena y música entre todos. El espectáculo de las estrellas llenando el cielo nos acompaño mientras caíamos dormidos después del primer día de pistas, arena y trabajo.

11.Feb.- Erg Chebbi, Rissani, Lago El Mayder,TAGOUNITE, Oasis Ait Isfoul Tras un abundante desayuno despachado a las puertas del albergue, frente a las dunas, nos dirigimos a Risani, para repostar, soplar filtros, y reponer presiones en todas las ruedas (os recuerdo el truco de llenar las de repuesto para utilizarlas de acumulador), y desde allí buscar un paso fuera de pistas hasta el Lago el Maider. En este tipo de recorridos, el GPS es el protagonista absoluto, y siguiendo sus indicaciones, llegamos hasta la impresionante Hamada del actualmente seco Lago, las dimensiones del lago son tales que hay momentos en los que el horizonte es idéntico al que proporciona la visión desde alta mar. Envueltos por un paisaje completamente mineral, seguimos navegando por la planicie en la que apareció poco a poco al fondo el perfil de una cordillera, con una brecha, hacia la que nos conducía el cursor de nuestros GPS, en este tipo de conducción hay que buscar un compromiso entre la línea recta y por tanto distancia más corta, y las rodadas que encuentras que suelen coincidir con el camino más sencillo y por lo tanto más rápido. Si decides utilizar el camino más corto hay que estar más atento aun a los pequeños oueds, que a cierta velocidad pueden producir algún que otro susto. Cuando te encuentras súbitamente con uno de esos oueds debes frenar a fondo hasta el último momento, y cuando ya "te lo comes", soltar el freno para que las suspensiones se estiren y ganes todo el recorrido útil, y concentrarte en la dirección para mantener la trayectoria.. Tras cruzar la garganta alcanzamos el oasis de Tafroute, y en el albergue que hay junto a la salida (N30º40,117´ W4º41,175´), realizamos la parada de agrupamiento y comida. A continuación teníamos por delante un recorrido paralelo a la frontera de Argelia que afrontamos por separado: unos por la pista principal (balizada periódicamente con neumáticos semienterrados), otros campo a través sobre la propia frontera, y otros que regresaron al albergue donde realizamos la comida para recuperar una mochila olvidada. Como punto de reagrupamiento nos fijamos el control militar existente al final de este tramo rápido, clásico del Dakar, y desde allí atardeciendo pero ya agrupados dirigirnos al oasis que siguiendo el oued Drá se desarrolla desde la mítica Zagora hasta Mhamid. Nuestro destino en esta ocasión era el oasis Bivouac de Ait Isfoul cercano a TAGOUNITE, donde pasamos una noche que resultó más fría de lo deseable en Jaimas Nómadas. El campamento estaba dispuesto con las Jaimas alrededor de un claro de arena bajo palmeras, y esta dotado de unos servicios algo cutres, si bien la cena y desayuno fueron bastante buenos. El amanecer del día siguiente desde el centro de oasis sencillamente espectacular (ver foto).

12.Feb.- Tagounite, Erg Lihudi, Oasis Sagrado, Erg Chegaga, Pistas Paris/Dakar, Tissint, TATA. Casi nada lo que nos esperaba para este día, los que conocen la zona y tienen el mapa del sur de Marruecos en la cabeza, como supongo os pasa a más de uno (espero no ser el único obseso), ya se harán una idea de lo que supone esa etapa, tanto por lo bonita que es como por lo dura que puede llegar a ser: se trata de una etapa larga con arena, navegación, pistas, piedras,... de todo: 400 km. sin tocar asfalto, y en la que hay que vigilar la autonomía disponible para evitar sorpresas. Salimos directamente campo a través buscando las dunas del Erg Lihudi situado al Oeste de Tagounite, allí tuvimos ocasión de auxiliar a un Renault Clio (alucina) matricula francesa que se había aventurado por unas pistas totalmente enarenadas que llevan hasta el citado Erg, y en las que estaba definitivamente atrapado, En las primeras dunas del Lihudi tuvimos algún pequeño enganche sin importancia de nuestro amigo Juan,. Desde allí, una vez superado el Erg Lihudi, pasamos a las dunas de Mhamid, y de allí por pistas rápidas y bien marcadas llegamos al Oasis Sagrado, en el que nos sorprendieron las obras que están haciendo, poco a poco van apareciendo muros de adobe, Jaimas permanentes alrededor de la singular palmera que existe en el centro del oasis y otras construcciones que nos hacen pensar en que este enclave dentro de poco tendrá una población estable alrededor de el. Allí el Dra reaparece entre unas rocas y da vida con sus aguas, durante unos cientos de metros a palmeras a cuya sombra se desarrolla la vida del pequeño oasis, tras realizar el milagro vuelve a desaparecer bajo la arena tan súbitamente como aparece al otro extremo del pequeño oasis. Desde la loma que hay detrás la tumba del santo que da nombre al oasis contempla el paso del agua y de los vehículos que se adentran en el Gran Sur. Después de aquí hay un trecho que salvamos por pistas pedregosas hasta llegar al Erg Chegaga. El Erg presenta un Oued de arena que serpentea por en medio de las dunas de mediana altura y que permiten el paso con relativa facilidad. Digo relativa porque lo superamos sin problemas pero algunos recordábamos con preocupación otra edición en la que atravesar el Chegaga constituyó un autentico calvario de coches enterrados en la arena, motores recalentados por el esfuerzo y las altas temperaturas, en la que acabamos con las fuerzas mas que mermadas de tanto palear y usar las planchas. En esta ocasión lo superamos (tras bajar un poco las presiones) casi sin sentir, nos deslizamos por la arena sin problemas y cuando ya llegábamos al Iriki (N 29º56,045´W6º25,214´), incluso nos permitimos dejar la relativa seguridad del Oued arenoso, para saltando 2 o 3 waypoints intermedios de nuestra ruta, atajar campo a través por las dunas del Erg. A continuación dimos la espalda a las últimas dunas y apretamos el acelerador al ver ante nosotros la increíble extensión del Iriki, de nuevo cada uno busca su propia ruta ideal, para dirigirnos al punto que habíamos almacenado en nuestros navegadores como centro del lago. El disponer todos los vehículos de receptores GPS, te permite poder afrontar planicies como esta con total libertad, pero eso sí hay que tener claro que podemos romper, pinchar, o cualquier otro incidente, por lo que siempre es bueno mantener el contacto con el grupo y tener establecidos puntos de reagrupamiento por si alguien se despista un poco mas de la cuenta o la adrenalina le puede y acaba teniendo algún problema. En otros viajes, en los que no todos disponen de GPS, los tramos similares a la travesía del Iriki, deben afrontarse agrupados porque pasar unas horas a pleno medio día con temperaturas que en ocasiones superan los 45 ºC no resulta agradable ni para el despistado (entre nosotros nadie se pierde) ni para los buscadores. En esta zona vale la pena parar el motor del coche y alejarte un poco, un silencio absoluto, increíble, te rodea, como si la calma fuera una fuerza consciente que rehusando la intromisión del ruido, lo redujera y disipara enseguida, y además esta el cielo, un cielo al lado del cual todos los otros cielos solo son pálidos reflejos: sólido y luminoso. Una vez superado el Iriki fuimos dejando al Norte Foum Zguid, para buscar las pistas rápidas del Dakar, que están balizadas con enormes montones de piedra rematados con una Hita, y que te llevan volando (ojo con los pequeños oueds) hasta el paso del Dra que vuelve a aflorar al otro lado del antiguo lago, y desde allí hasta las inmediaciones de Tata, donde nos alojamos en el Hotel "Le Relais des Sables", que tiene un nombre de lo más apropiado para la etapa que acabábamos de superar. Como cada final de etapa, os recuerdo: repostaje, limpieza de filtros, reapriete de tornillos, reposición de presiones en ruedas y en acumulador-rueda de repuesto. Respecto a las ruedas: sin duda es un aspecto clave en un viaje de este tipo. Es fundamental que las ruedas estén enteras: con buen dibujo y que no estén envejecidas o cuarteadas. Nosotros solemos llevar 6 ruedas en cada coche, en previsión de muchos pinchazos, en la edición del año pasado una pick up Toyota trajo (el muy exagerado) 3 ruedas de repuesto, pues bien en una etapa larga y pedregosa (Plató de Rekkam) pinchó 4 veces, es decir uso sus 3 repuestos más una mía hasta llegar a Missour y poder reparar pinchazos; a lo largo del viaje acumuló un total de 8 pinchazos. Las ruedas deben estar en perfecto estado y en caso de duda cámbialas antes de partir. A lo largo de todo el recorrido existe facilidad para la reparación de pinchazos, en prácticamente cualquier pueblo tienen talleres de reparación, es importante acordar el precio antes de la reparación (esto vale para casi todo allí), y estar presente durante la misma, te pueden realizar reparaciones "de fortuna" increíbles. También es muy recomendable llevar un kit de reparación de pinchazos de los que llevan unos filamentos de caucho, que se introducen en la cubierta con un punzón. Para pinchazos pequeños es una rápida (no requiere ni desmontar la rueda) y definitiva solución. En cuanto al dibujo, y aunque nos encante la arena, os recomiendo una rueda tipo MT o como mínimo AT, las mixtas con dibujo poco profundo van bien en la arena pero suelen flaquear en las pistas de piedras y la arena esta muy, muy al Sur (hay que pisar muchas piedras hasta llegar a ella). Con las MT (por ir al extremo opuesto) pinchareis menos y bajando presiones os aseguro que disfrutareis también en la arena. Resumiendo ruedas en buen estado, preferentemente con taco profundo y vigilar las presiones: en pistas de piedras subirlas sin miedo a 2,5 o 3 kg./cm2. En arena bajarlas hasta 0,7 o 0,5 kg./cm2.

13.Feb.-Tazegzaoute,Tazalarhite, Tafraoute, Guelmim, FORT BOU JERIF. Este día afrontamos una etapa más corta pero no menos intensa en cuanto a conducción y paisajes que el día anterior, el aliciente era llegar hasta Fort Bou Jerif y preparar desde allí el asalto a la mítica Playa Blanca, pero por el camino por el Anti Atlas recorrimos poblados perdidos en el interior de gargantas de esos en los que el tiempo parece estar detenido, hay zonas que recuerdan las escenas bíblicas recreadas en los Nacimientos Navideños, con los pastores, las lavanderas en los arroyos, las ropas tradicionales de colores, la agricultura en diminutos bancales aterrazados, cultivados aun con arado romano tirado por bestias, y niños. Muchos niños sonrientes que buscan, como no, el regalo estrella: un bolígrafo, esta es una buena etapa para entregar material escolar, ropa, calzado, alguna que otra lata de comida, juguetes y cualquier otra cosa que se os ocurra regalar, todo será muy bienvenido y además encontrareis gente muy hospitalaria y agradecida, los niños pueden llegar a agobiar un poco, pero no tanto como los que encontrareis en los pasos del Alto Atlas (Zona de Ait Hani). Me permito hacer una pequeña reflexión sobre el tema: cada vez son más comunes las caravanas de todo terrenos que recorren lugares apartados de la geografía marroquí, y creo que podemos y debemos aprovechar nuestra presencia para ayudar un poco a la gente que vive en estas zonas, y que carecen de algunas cuestiones básicas, especialmente los niños, no disponen de material escolar: bolígrafos, libretas, reglas de plástico, estuches de colores, lapiceros y demás les vienen muy bien, y como no también les gustan los caramelos, pero eso si, son personas y por tanto se les deben dar como a tales, (nada de ir tirando las cosas como si estuviésemos en la cabalgata de los reyes magos) otras cosas muy apreciadas son el calzado, la ropa de abrigo o los utensilios de cocina. Es importante que no creemos entre todos la expectativa de un regalo lanzado desde el coche, además de poco considerada es una forma peligrosa para todos de dar las cosas, los niños se ponen muy nerviosos y se cruzan en el momento más inesperado delante de los vehículos, o corren incansables al lado del coche poniéndose en peligro. Tras atravesar el Antiatlas, llegamos a Guelmín, en el que se nota la presencia militar, y el arreglo de su avenida central por la reciente visita del Rey a esta zona tradicionalmente saharauí, en Guelmín además de repostar y encontrar facilidades mecánicas para reparar averías, se puede comer carne de camello (no así en el resto de Marruecos) y esto se nota en lo gordos y cebados que están los ejemplares que encontraréis pastoreando por la zona, no es difícil encontrar carne de camello en las carnicerías del pueblo, pero nosotros preferimos seguir hasta el albergue del belga: Fort Bou Jerif (N29º 04,920´W10º 19,887´), donde la preparan en Tajine o en Albóndigas rellenando una patata cocida, pero además disponen de unas magníficas latas de cerveza frías de verdad. Una vez en el antiguo fuerte francés convertido en albergue y punto de reunión de bastantes "locos del mundo". Nos informamos del horario de la Plea y la Bajamar para planificar el asalto a Playa Blanca para el día siguiente, y tras disfrutar de un memorable "momento Heineken" y una no menos buena cena, dormimos en las pequeñas pero muy agradables habitaciones de las que dispone el albergue.

14.Feb.- Playa Blanca, Sidi Ifni, Tiznit, AGADIR. Salimos del albergue temprano porque la Bajamar se esperaba alrededor de las 10:00. Desde el albergue hasta la Playa hay una pista en buen estado aunque muy polvorienta, que transcurre rodeada de tabaibas y otras curiosas especies de cactus. La bajada hasta playa Blanca la hicimos junto a la desembocadura de un río para una vez en la playa iniciar su recorrido hacia el Sur. La marea empezaba a subir y teníamos el tiempo justo para hacer el recorrido completo: llegamos hasta el castillo de Aureora y desde allí volvimos atrás vigilando que la subida de la marea no nos acorralara entre las dunas, de esta forma nos dirigimos por la playa en dirección Norte (hacia Sidi Ifni), llegando hasta el punto donde se encuentra varado y maltrecho el "Zarkha". Allí mismo improvisamos una comida en la que no faltó el Rioja ni el Café, y después reanudamos la marcha hacia Sidi Ifni siguiendo las pistas más cercanas a la costa. En este recorrido te encuentras una costa acantilada, en la que hay que realizar continuas subidas y bajadas por pistas bastante pedregosas, pero el camino se hace entretenido. A partir de este punto vemos como la latitud va aumentando, lo que significa que hemos sobrepasado el punto más al Sur de nuestro viaje, y eso supone que iniciamos poco a poco el regreso, por lo que creo que a todos nos empieza a entrar un poco de nostalgia, de hecho empezamos a hablar del próximo viaje (¿Túnez 2003?) y eso que aún nos quedan 2.000 Km. por recorrer en este. Llegamos a Sidi Ifni, en donde aún se notan evidentes restos de la presencia española: la Antigua Capitanía General con el antiguo escudo de España en la fachada, la Plaza de España, y policía y lugareños que hablan perfecto castellano. Tras una breve parada y visita panorámica, nos dirigimos ya por asfalto hacia Agadir, donde pasamos la noche. En Agadír nos encontramos con una ciudad bastante grande, con aire europeo en algunas zonas, terrazas con música en directo y numerosas discotecas. No todo va a ser arena y pistas. Tras Agadír, nos dirigimos por asfalto hacia Marrakech. No podía faltar una visita a la plaza de Jma el fna y al famoso zoco, al que llegamos cambiando por una tarde nuestros 4x4 por los típicos coches de caballos, una vez allí, aprovechamos para realizar algunas compras tras el consabido regateo. Es increíble como manejan el Euro (Oro según ellos) además el cambio es facilísimo el Dirham esta a unas 16,7 pts, luego 10 céntimos de euro son casi exactamente un dirham. Cargados de tambores, artesanía de madera, chilabas, remedios naturales, especias, camellos en miniatura y todo un sinfín de souvenirs, tomamos un té desde una de las terrazas más altas sobre la Plaza, el espectáculo de luz, sonido y olores es único, vale la pena encaramarse a una de estas terrazas y ver como cae la tarde, y se iluminan uno a uno los puestos de comida callejera, los corros de los cuenta cuentos, encantadores de serpientes, tragafuegos y demás variada fauna que se concentra en la plaza, especialmente a estas horas, mientras el sonido del bullicio y la música de la plaza te llega entremezclado con los olores de los puestos callejeros de especias y comidas, una experiencia única para los sentidos. Al día siguiente solo nos restaba dirigirnos por carretera hasta Casablanca, para visitar la increíble mezquita de Hassan II construida como dice una de las suras del Corán sobre tierra y agua por el arquitecto francés Pinchoud, para desde allí ya por autopista iniciar la subida hacia Ceuta. Durante este trayecto hay que prestar atención a la velocidad y a los semáforos especialmente en las circunvalaciones de Rabat y Casablanca, es más fácil de lo deseable, tener que pagar el despiste o la alegría en el acelerador en metálico a la policía que parece ser especialmente diligente con los extranjeros, aun así, antes de pagar, recordad que todo es negociable, y que 450 Dh pueden ser 100 Dh y que un regalo (las camisetas son muy socorridas en estos casos) obra maravillas. Continuamos por la costa con el objetivo de alcanzar la frontera en Ceuta esa misma noche; desde Tetuán elegimos la carretera de la costa, en la que todos nos alegramos de ir en todo terreno dado el estado del firme de prácticamente todo el recorrido, parece que las obras en esta zona son eternas, la señalización desconocida y el poco tráfico que hay son coches y taxis destartalados que no han visto una ITV en su longeva vida ni saben lo que son las luces de cruce. Junto a la frontera, hicimos una pequeña parada para desmontar antenas y pasamos con bastante facilidad (ventajas de los viajes fuera de Semana Santa), dirigiéndonos al Parador de Ceuta (La Muralla). Tras una típica cena Española, a la cama y al día siguiente temprano a repostar a tope (llenamos hasta los mecheros) y al Ferry. La última aventura fue la travesía del Estrecho en sí puesto que había viento muy fuerte de Levante y salvar las apenas 6 millas que nos separan de Europa resulto movidito: los expositores del duty free acabaron vacíos, con la mercancía por los suelos y cada uno agarrado a lo que podía. El balance mecánico del viaje fue muy positivo: tan solo un par de pinchazos, algún que otro fusible que dijo que no aguantaba más frigoríficos portátiles en tomas de mechero, un tornillo perdido de uno de mis amortiguadores y unos amortiguadores traseros del Gálloper que se rindieron ya al final del viaje, pero todos ellos problemas pequeños subsanados sobre la marcha. Lo que estamos deseando todos es que llegue el siguiente y mientras tanto llenaremos nuestras conversaciones entre amigos y nuestros sueños, con oasis, hamadas inmensas, zocos, ergs, amaneceres,...

Para Nosotros T.Sabine lo definió perfectamente: "un reto para los que parten y un sueño para los que se quedan".

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